La teoría constructal (de optimización global en presencia de restricciones locales) explica de manera simple la complejidad de las formas que surgen en la naturaleza. Por ejemplo, la forma de un cactus hace posible que pueda subsistir en terrenos sin agua, o la de los pulmones y bronquios, que maximizan la captación del oxígeno en un volumen muy reducido, o la estructura de un árbol. Los sistemas basados en flujos (tanto animados como inanimados) dependen, para su propia supervivencia, de su capacidad para maximizar el acceso del flujo por un lado, y por otro, de modificar su forma o morfología. Esta teoría permite el diseño y la comprensión de sistemas naturales, disipadores térmicos, redes de comunicaciones, etc. La teoría constructal fue desarrollada por Adrian Bejan a finales de los 90. Bejan estuvo enseñando en el MIT hasta 1976. En la actualidad está asociado al departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Duke. Su área de investigación abarca materias como minimización de la generación de entropía, análisis de exergía, condensación, convección en medios porosos, transición a la turbulencia, etc. El término constructal es un neologismo acuñado por Bejan que procede del verbo construere (latín) y significa construir. A diferencia de las teorías biomiméticas que reproducen las formas que aparecen en la naturaleza para utilizarlas en diseños realizados por el hombre, la teoría constructal retrocede un poco más. Se centra en los principios que rigen la aparición de esas formas (y no meramente en las formas) y los aplica al diseño de sistemas de flujos similares. La teoría constructal explica cómo ciertos fenómenos básicos, optimizados individual y colectivamente, se pueden emplear para construir sistemas naturales más complejos, dentro de las restricciones impuestas por la física del problema en cada caso. De acuerdo con la teoría constructal, el principio bajo el cual puede deducirse la geometría de los sistemas naturales, está constituido por la forma y la estructura optimizadas que se obtienen del análisis de ingeniería. Se trata de una teoría predictiva para la geometría y el ritmo en la naturaleza, en contraposición con las técnicas más bien descriptivas de la geometría fractal, que se ha puesto de moda en los últimos años, donde se supone una secuencia repetitiva de operaciones que genera una imagen parecida a la de un árbol con sus ramas.