La exhuberante zona de Tortuguero se ha consagrado como un ejemplo del turismo sostenible en Costa Rica, que implica la unión de la conservación de la biodiversidad con el desarrollo social y económico de las comunidades.
Esa biodiversidad es uno de los principales atractivos de Costa Rica, donde el turismo es uno de los motores de desarrollo, por lo que para las autoridades la sostenibilidad en esta área es fundamental para el crecimiento.