Galicia clama al cielo para que los chubascos previstos para este lunes ayuden a frenar los más de cincuenta incendios virulentos y se cree que provocados, que ya se han cobrado cuatro vidas y amenazado 16 zonas pobladas.
Vigo ha llegado a estar cercada por cinco fuegos. La imagen de la ría, cubierta por el humo, ilustra la situación en la ciudad más poblada de Galicia, donde el domingo los vecinos del barrio de Valadares tuvieron que salir con cubos a apagar el fuego, mientras la policía rescataba de sus casas a personas mayores atrapadas. También en la autopista A-52 en dirección de Vigo se vivieron escenas de pánico entre los conductores que se vieron acorralados por las llamas.
La proximidad del fuego obligó a desalojar la fábrica PSA Peugeot Citröen, así como la residencia de estudiantes de la Universidad de Vigo. Las clases han sido suspendidas este lunes en el campus y en una decena de centros educativos de Pontevedra.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo ha calificado estos incendios de “homicidas” y asegurado que nadie va a quedar impune. Y es que Galicia arde por los cuatro costados. Este fin de semana se registraron 146 incendios en las cuatro provincias, azuzados por vientos de hasta 90 kilómetros por hora provocados por la cercanía del huracán Ofelia. Una treintena de ellos se declararon el domingo de madrugada, cuando resultaban imposibles las tareas de extinción.
El fuego arde también en Asturias, donde se han registrado una treintena de incendios y, sobre todo, en Portugal, donde hay más de un centenar activos y ya se cuentan más de 30 muertos en este otoño infernal.