Iquitos (Perú), 29 oct (EFE).- Iquitos, la mayor ciudad del mundo a la que no se puede acceder por carretera, busca hoy en el turismo un nuevo maná que la permita recuperar la pujanza que tuvo a principios del siglo XX, cuando la efímera industria del caucho la convirtió en uno de los lugares más ricos del planeta.
Ubicada en el corazón de la amazonía peruana, junto al gran río que da nombre a la jungla más grande del planeta y a cinco días en barco del primer camino accesible para un automóvil, Iquitos vive hoy lejos de la gloria alcanzada entre 1880 y 1914, cuando la explotación del caucho generó de la nada inmensas fortunas que también desaparecieron de la noche a la mañana junto con esa industria.
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