La ONG Save the Children ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que contribuyan a ayudar a los refugiados rohinyá en Bangladés.
La situación de esta minoría musulmana, que escapa en masa de Birmania, donde el Ejército está llevando a cabo una limpieza étnica, según afirman varios organismos humanitarios, es desesperada.
Eric Paul Schwartz, presidente de la organización Refugee International asegura que “en situaciones como esta se deben tomar las medidas más inteligentes y firmes posible. Nuestros valores lo exigen y es en nuestro propio interés. Debe haber sanciones contra el Ejército birmano, tiene que haber un eembargo de armas, tiene que abordarse esta situación en la Corte Penal Internacional. Los Estados Unidos deben imponer de nuevo las sanciones que levantó en los últimos años. Es difícil sobredimensionar cuán dramáticos son los abusos, cuán extendidos están los abusos en Birmania”.
Casi 400.000 musulmanes rohinyás han huido ya de la violencia en Birmania, muchos de ellos niños, y malviven en campos improvisados en el país vecino, que tampoco ve con buenos ojos la llegada masiva de este grupo a su territorio.