Muerte y destrucción en México. Al menos 37 personas han perdido la vida como consecuencia del terremoto que se registró en la noche del jueves en en el país norteamericano. Un temblor de tierra de magnitud 8,2 grados en la escala Richter, que se ha sentido con especial intensidad en a capital y que ha sembrado el caos y el terror en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, en el sur de la nación mexicana. Los daños son cuantiosos y los heridos aumentan conforme se suceden las horas. Miles de ciudadanos permanecen acogidas en albergues y cientos de centros escolares han resultado afectados por la violencia del seísmo. El presidente Enrique Peña Nieto insta a los ciudadanos a que extremen las precauciones.
“Y ahí el llamado a la población para que esté muy atenta a través de los medios de comunicación de cualquier alerta o información que emita protección civil”, declara Peña Nieto.
Con epicentro frente a las costas de Chiapas, el terremoto es el más fuerte que ha afectado a México en un siglo. En 1985 el seísmo que devastó la capital mexicana tuvo una magnitud de 8.1 grados y los muertos y desaparecidos se contaron por miles. Los cuerpos de seguridad y de rescate trabajan para ayudar a los damnificados y devolver la normalidad a las zonas afectadas. El próximo 19 de septiembre, coincidiendo con el aniversario de aquel devastador temblor de tierra, está previsto un simulacro en todo el país.
Chiapas y Oaxaca son los estados más afectados. Hasta el momento se han registrado más de 260 réplicas, la más intensa de 6.1 grados.— Enrique Peña Nieto (@EPN) 8 de septiembre de 2017
Transportación masiva, incluyendo aeropuertos y puertos, funciona con normalidad; se hacen recorridos de evaluación en la red carretera.— Enrique Peña Nieto (@EPN) 8 de septiembre de 2017
El terremoto en México equivale a la explosión de 32.000 bombas como la de Hiroshima https://t.co/gcdsPbWBTa— Europa Press (@europapress) 8 de septiembre de 2017