En la guerra que los especialistas en nutrición libran contra la creciente epidemia de obesidad -un campo de batalla tan complejo que aunque se ensayan innumerables estrategias hasta ahora todas logran victorias parciales y ninguna está libre de críticas-, el doctor Robert H. Lustig viene postulando hipótesis tan provocativas como controvertidas. Este endocrinólogo pediátrico de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) , donde estudia los mecanismos de regulación de energía y la obesidad infantil, se hizo ampliamente conocido cuando una charla que dio sobre el papel deletéreo que la sobrecarga de azúcar puede tener en la salud fue vista en YouTube por más de dos millones y medio de personas. En un comentario para la revista Nature, Lustig abogó por que los gobiernos consideren la posibilidad de poner impuestos para ciertos alimentos, limitar las ventas de dulces y bebidas azucaradas en la escuela o incluso impedir que se las compre libremente por debajo de cierta edad. Sus detractores afirman que las causas de las enfermedades vinculadas con la obesidad son multifactoriales, que la clave para una buena salud es tener una alimentación equilibrada y que eliminar alimentos específicos puede tener consecuencias indeseadas.