Una semana después de la llegada del huracán Harvey a las costas de Texas (EE.UU.), la anegada ciudad de Houston empieza su lenta recuperación con ayuda de voluntarios que en botes y pequeñas embarcaciones asisten a aquellos que tienen sus viviendas bajo el agua.
"Es triste el dolor que causa ver a mucha gente que intenta llegar de regreso a sus casas y se dan cuenta que lo que tanto les costó está en ruinas e inhabitable", afirmó a Efe Arturo García, un marino mercante procedente de la Isla del Padre, a 250 millas (402 kilómetros) al suroeste de Houston.