La ofensiva para arrebatar la ciudad siria de Raqa al autodenominado Estado Islámico no cesa y con ella la cifra de víctimas mortales. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos al menos 1610 personas han muerto desde que las Fuerzas de Siria Democrática, una alianza armada liderada por milicias kurdas, iniciaran la ofensiva el 6 de junio. 600 de ellas eran civiles.
“Nuestras operaciones continúan. Estamos en la provincia de Raqa. Vamos avanzando a buen ritmo. Todavía queda un buen número de integrantes del autodenominado Estado Islámico. Conseguiremos atraparles y la gente podrá volver a su casa. Entonces todo volverá a ser la que era”, apunta Mohammed Abdallah, miembro de las Fuerzas de Siria Democrática.
Hasta que eso ocurra miles de personas permanecen atrapadas en la zona. Entre ellas muchas mujeres y niños. Naciones Unidas ha expresado su impotencia al no poder entrar en la ciudad, considerada la capital del califato, por los intensos combates. Mientras sus equipos humanitarios ayudan a los más de 260.000 desplazados que se encuentran en 46 campamentos.
