La difícil reconstrucción de Mosul

2017-08-06 2

Mosul intenta revivir de sus cenizas. Sin noticias de las ayudas del Gobierno, son ciudadanos anónimos los que están tratando de que la que fuera capital del grupo Estado Islámico en Irak recupere la actividad. Tras el paso de los yihadistas, las tareas se multiplican: reparar el sistema de alcantarillado, recuperar la red eléctrica, y hay quien incluso se anima a poner en marcha su negocio.

“Responsabilizamos al Gobierno central y a la comunidad internacional porque no están apoyando a esta ciudad destruida en la que viven cuatro millones de personas. Su gente se ha desplazado y está viviendo en campamentos, Sus casas están destrozadas y no hay trabajo. Yo estoy reconstruyendo mi tienda en mi zona”, explica Adel Moahmoud, residente en Mosul.

La falta de servicios básicos desalienta la vuelta de una parte importante de la población El caso de Kathem Hussein es bien diferente. El tira de optimismo y sirve comida en restaurantes improvisados para que las pequeñas mejoras sean palpables. “La situación es buena, gracias a Dios. Esperamos que el agua y la electricidad vuelvan pronto y le pedimos a la gente que está en el este de Mosul que venga al oeste. La vida está volviendo a la normalidad”, sostiene.

Antes de la invasión de Estados Unidos, Mosul era la segunda ciudad del país, conocida por su diversidad y en la que vivían dos millones de personas. La nueva situación facilitó la entrada de yihadistas hasta que hace tres años, cayó en manos del Dáesh. La reconquista se ha cobrado la vida de 40.000 civiles.