Leopoldo López y Antonio Ledezma vuelven a la cárcel militar de Ramo Verde. Los opositores venezolanos fueron detenidos durante la madrugada del martes en sus casas, donde se encontraban bajo arresto domiciliario. Las detenciones, que han suscitado la condena de la comunidad internacional, se producen tras la controvertida elección de una nueva Asamblea Constituyente en Venezuela impulsada por el presidente Nicolás Maduro.
“Una vez más se lo llevan secuestrado. Hacemos responsable al régimen de su vida y de su integridad física. Esta denuncia es para toda Venezuela, para el mundo entero, porque se siguen violando los derechos humanos de Antonio Ledezma y de los venezolanos. Así que hacemos responsable al régimen por la vida de Antonio Ledezma”, decía Oriette Ledezma, hija del opositor Antonio Ledezma
La detención de los líderes opositores se produce en medio de una grave crisis política, económica y social en el país. Más de 120 personas han perdido la vida en cuatro meses de manifestaciones contra el régimen de Maduro. Sus detractores han convocado una nueva jornada de protesta para este miércoles.
Stephane Dujarric, portavoz del Secretario General de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a la calma: “La Oficina de Derechos Humanos de la ONU insta a las autoridades a que cesen el uso excesivo de la fuerza para reprimir las manifestaciones y a que respeten el derecho a las protestas pacíficas. Y pide a todas las partes que se abstengan del uso de la violencia”.
El arresto de los líderes opositores precede a la inminente toma de posesión de la nueva Constituyente, elegida el domingo pasado. Entre sus principales tareas está modificar la Carta Magna. Bruselas y Washington han dejado claro que no reconocerán la Constituyente. Estados Unidos ha anunciado incluso nuevas sanciones contra Venezuela.