La respuesta rusa a las sanciones estadounidenses se concreta.
Llega en forma de cifra: 755 empleados de los consulados y embajadas de Estados Unidos deben abandonar Rusia antes del 1 de septiembre. El propio Putin vincula la decisión a la ley de sanciones aprobada en el Capitolio, que aún debe ratificar Donald Trump. “Hemos esperado mucho tiempo con la esperanza de que la situación mejorara”, ha dicho el Presidente ruso.
Moscú exige a Washington igualar su representación diplomática a los 445 funcionarios rusos que trabajan en EE UU y Putin advierte de que tiene un “gran espectro” de posibilidades para responder al último paquete de sanciones del Congreso estadounidense por la anexión de Crimea en 2014 y la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.