Recientemente terminó en Paris la Semana de la Moda de la Alta Costura, la máxima expresión de lujo en lo que corresponde al vestuario e indumentaria. Sólo los materiales más exclusivos y las telas mas nobles se dieron cita en las pasarelas que con cierto aíre nostálgico se pasearon por diferentes épocas y rindieron culto a la feminidad. Me aprovecho de la temporada, para recordar los lineamientos más básicos de este arte que sólo se hace en Paris.
Para hacer Haute Couture, la firma, deba estar aprobada por la Chambre Syndicale de la Haute Couture, que además maneja diferentes renglones, de acuerdo al trabajo de la marca. El atelier de la firma debe estar en Paris y debe existir un mínimo de 16 artesanos de la costura; ningún vestido puede ser tocado por una máquina o proceso industrial, su 100% debe estar realizado a mano; una pieza puede sólo tener tres variaciones de color y siempre deberá existir un
elemento distintivo y particular para cada uno.
Muchas de las piezas presentadas son hechas para exhibición y no para beneficio comercial; en el mundo entero, según estudios recientes, existen alrededor de cuatroscientas mujeres con poder adquisitivo para invertir en este arte; las palabras Alta Costura en una etiqueta no aprobada por la Cámara Sindical, podría traer cargos legales.