‘Si vis pacem, para bellum’ es la cruel frase latina atribuida a Julio César, pero emergida del escritor romano Flavio Vegecio Renato, para describir la naturaleza del hombre, en su búsqueda por permanecer y dominar.
‘Si quieres la paz, prepara la guerra’, ya se decía desde Roma y quizá miles de años más atrás, y quizá también, aunque no la hayan dicho, es por lo menos lo que muestra en la frontera rusa la OTAN. Cada vez hay mucho más preparativos, entrenamientos, ejercicios y maniobras militares que ensayan y proyectan una confrontación bélica entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia.
En los últimos meses, los europeos comandados por Estados Unidos, han incrementado el número de estos ensayos y el número de tropas en estos ensayos. De hecho, el director de la Academia de Problemas Geopolíticos (un instituto ruso), Konstantin Sivkov, advierte que están preparando una agresión militar contra los rusos, que no sólo se ve desde el aire o desde las cifras de armamento que están manejando, sino incluso desde las cuestiones sociales que están llevando a cabo: ‘los recientes intentos de la OTAN para reclutar a rusoparlantes y usarlos en sus ejercicios militares como civiles muestra que la Alianza Atlántica está preparando a sus tropas para luchar en el territorio de Rusia’.
Y esto coincide con la filtración del tabloide electrónico de Estados Unidos, ‘Defense One’ que publica que mientras el presidente de EE.UU. y de Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, respectivamente, se daban la mano en la cumbre del G20, hace unos días, a miles de kilómetros de ahí, en Washington, en el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) el mismo día, el ‘perro’ James Mattis, secretario de los ejércitos estadounidenses y su homólogo británico, el secretario de Defensa, Michael Fallon, se reunían para estudiar cómo incrementar su poder militar y planear una estrategia militar para detener a Rusia.
El despliegue de las maniobras se realizó en los países bálticos y Polonia, dirigido a las tropas del presidente Putin. Así la tensión entre Rusia y la OTAN sigue creciendo. La OTAN ha informado que tan sólo el año pasado tuvo que interceptar alrededor de 800 cazas rusos, a quienes acusan de amagar, y de espiar, recolectando cuestiones de inteligencia. Y con este argumento, la OTAN también ha incrementado sus sobrevuelos militares.
Rusia por su parte ha prometido atacar con armas nucleares a EE.UU. y a la OTAN, si se les ocurres hacer algo con respecto a Crimea. Desde principios de junio se escuchó la voz desde el Parlamento ruso, el parlamentario Vyacheslav Nikonov, dijo tajantemente que ‘Si las fuerzas de EE.UU., como fuerzas de la OTAN, entran en Crimea, en el este de Ucrania, Rusia sería indefendible desde el punto militar si no utilizara armas nucleares desde la primera etapa’.
Rusia propone a la OTAN una reunión en la que se discuta el verdadero equilibrio de fuerzas en Europa, pero advierte de que debe hacerse de forma profesional. ‘Una vez más, hemos llamado la atención de la OTAN hacia nuestras propuestas de reunir a los militares para que se sienten en la mesa con mapas y realicen profesionalmente y sin emoción una evaluación conjunta de las capacidades militares reales presentes en Europa’, comunicó hace dos días Alexander Grushko, el representante permanente de Rusia ante la Alianza Atlántica, en una reunión de los embajadores de la misma OTAN, en Bruselas (capital belga).
Ya le dibujé más o menos el paisaje de lo que está pasando, ahora hagamos las preguntas en ‘Detrás de la Razón’.
El análisis y las múltiples respuestas, a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid.
