Hace unos días aparecieron dos videos que sorprenden a la historia y que por ello es necesario analizar.
¿Pues, será que todo esté cambiando y esto sea producto de la evolución humana? El primer video es prácticamente una llamada a instaurar la dictadura en Estados Unidos, llama a cerrarle la boca a los críticos, llama a callar a los medios de comunicación mentirosos, y llama a silenciar y callar las manifestaciones en la calle.
El video, muy bien producido, le echa a la culpa de la crisis por la que pasa Estados Unidos, a las estrellas de Hollywood, a los medios de comunicación y al expresidente Barack Obama. Promueve el odio contra periódicos y televisoras, y argumenta que ese abuso es producto de la indulgencia y excesiva tolerancia del gobierno quien tiene que regresar a cerrar el puño y poner orden, porque si no, los manifestantes, seguirán incendiando y rompiendo cosas en las calles.
El video fue hecho por la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), la asociación que siempre ha protegido la venta de armas en Estados Unidos, armas, dicho sea de paso, con las que se hacen los tiroteos cotidianos.
La primera pregunta que debemos hacer con todo el rigor imparcial es: Este video o lo intención de los que lo hicieron, ¿es un preludio para instaurar la dictadura y el silencio de lo que incomoda en y desde Estados Unidos? o es que ¿los medios de comunicación se han unido en una conspiración para mentirle al pueblo de EE.UU. y del mundo, para derrocar a Donald Trump?
Por si fuera poco, quien aparece en el video, que es la portavoz del Rifle, es nada menos que Dana Loesch, la exeditora de Breitbart News, el ultraderechista medio de comunicación estadounidense, cercano, para no insultar, a los racistas, y los que sienten que la blancura de su piel es mejor que la oscura de los que no lo son. Breitbart de quien fuera director, Steve Bannon, quien actualmente es quien le dice a Trump cómo mover las fichas de ajedrez, Bannon es el estratega jefe de la Casa Blanca.
El segundo video es el que publica Trump en su Twitter. Es el mismo video de hace unos años cuando acudió a la lucha libre y donde, en calidad de show se agarra a golpes y luego le corta la cabellera al rival. Esta vez, a quien derrota en aquel grotesco y corriente show, trae sobre impuesto digitalmente el logo de la cadena de televisión estadounidense CNN.
Seguido por las siglas de ‘Fraud News Network’ o cadena de noticias del fraude; tweet seguido posteriormente por otra declaración de Trump para reforzar sus dichos: ‘Los medios deshonestos nunca nos apartarán de cumplir nuestros objetivos en beneficio de nuestro gran pueblo americano’. La pelea está dada, más que nunca grotesca. CNN, respondió diciendo que era un día triste para la libertad de expresión.
Las preguntas están sobre la mesa. ¿En verdad los medios conspiran para dañar a Trump? ¿En verdad Trump quiere callar la libertad de expresión? ¿Quién tiene la razón, Trump o los medios? ¿Quiénes son los mentirosos, los medios o Trump? ¿Cómo pueden saber los ciudadanos de Estados Unidos quién miente, si Trump o los medios? ¿Y cómo puede ser que lo quieran sacar, si los medios fueron los que ayudaron a Trump a ganar las elecciones?
¿Cómo interpretar cuando se ve al presidente atacar físicamente a otra persona, como una apología de la violencia, como una incitación a la violencia, como un show cómico donde aparece el presidente de una nación? ¿cuál sería la reacción del Gobierno, la Casa Blanca, el Departamento de Estado de Estados Unidos, si un presidente de cualquier otro país dijera lo mismo, que los medios de EE.UU. son unos mentirosos, deshonestos?
¿Qué han hecho los periodistas y los medios de comunicación, no sólo de EE.UU. sino del mundo que aparecen entre las profesiones con menos credibilidad, una lista donde las enfermeras están a la cabeza y los políticos en el suelo?
Esta noche en ‘Detrás de la Razón’, Donald Trump, ¿dictador o salvador?
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.