No fue posible. El maratón diplomático en Suiza no sirvió para que los líderes turco y grecochipriota llegaran a un acuerdo. El mayor esfuerzo diplomático en más de una década para reunificar la isla de Chipre se zanjó en la noche del jueves al viernes con un sonoro fracaso. Fue el propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien decepcionado y cansado, se encargó de comunicar la noticia a la prensa.
“Lamento informarles de que a pesar del fuerte compromiso de las partes, la grecochipriota y la turcochipriota, así como de Turquía, Grecia y del Reino Unido, esta conferencia se ha cerrado sin un acuerdo”, dijo Guterres. “Yo no quiero aislar una cuestión particular. Es evidente que había una distancia todavía importante entre las delegaciones en un cierto número de cuestiones y que el acuerdo no fue posible”.
Después de más de dos años de tiras y aflojas, la recta final de las negociaciones en Crans-Montana se transformó en un maratón melodramático. Delegados de ambas delegaciones abandonaron la sala en algún momento gritando y casi en llanto, según fuentes que asistieron al encuentro. Las garantías de seguridad, que exigían unos y otros, y las cuestiones referentes a la repartición del poder fueron algunos de los puntos insalvables.