La Iglesia ocuparía el tercer puesto en el raking de Comunidades Autónomas en gasto asistencial, con un impacto de 589,6 millones de euros, generados por esta actividad. Se situaría así por detrás de Cataluña y Andalucía, según presta un estudio realizado para la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España 2015.