Pueden parecer serpientes, pero no lo son. Son luciones (Anguis fragilis), y son lagartos, aunque lagartos ápodos, es decir, sin patas. Dos principales características los diferencian de los ofidios: una, los párpados móviles; y dos, la capacidad de autoseccionar y regenerar su cola (autotomía caudal). A medio camino entre ambos grupos encontraríamos a los eslizones, de patas diminutas y disfuncionales, vestigiales.
Por un mundo más justo para todos, por favor, hazte VEGANO.
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