El Gobierno de Filipinas anunció que ha dejado de aceptar ayuda al desarrollo de la Unión Europea, al considerar que Bruselas trata de interferir en los asuntos internos del país asiático y "poner en riesgo" su autonomía.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, "ha dado el visto bueno a la recomendación del Departamento de Finanzas de no aceptar más donaciones de la UE", comunicó el portavoz de la Oficina Presidencial, Ernesto Abella, en una rueda de prensa en Manila.