ADN forense: Riesgos y errores (Transferencia de ADN)

2017-05-17 2

La introducción de las pruebas de ADN en los tribunales a mediados de la década de 1980 revolucionó la ciencia forense, y dio como resultado miles de condenas y la exculpación de 255 personas erróneamente sentenciadas hasta entonces solo en Estados Unidos. Las razones que había detrás de más de la mitad de esas condenas eran pruebas forenses inapropiadas o invalidadas, que incluían análisis de huellas, sangre o cabello incorrectos. Pero también, falta de objetividad de los forenses o contaminación de las pruebas originales por errores humanos, han dado lugar a condenas injustas a personas inocentes como veréis en esta fotogalería. ¿Cómo se sabe que el ADN es tuyo?
En primer lugar se toma una muestra en el lugar de los hechos y se compara con una del acusado. Después, se localizan secuencias de ADN ya conocidas (mezcla del material genético de padre y madre), que son específicas de cada persona. Esas secuencias se repiten en lugares específicos de los cromosomas (loci) un determinado número de veces, más en unos individuos que en otros. Cuanta mayor sea la repetición, más alto es el pico de la gráfica en cada uno de los segmentos estudiado. Para confirmar que se trata de la misma persona, la gráfica del ADN de la muestra y la del acusado deben coincidir. A veces, la muestra de ADN es parcial, y algún pico se “reconstruye” sin material genético real, tal y como la máquina de procesado de ADN entiende que debería ser. Aquí es cuando llegan los errores.