Lo que puede parecer un juego lleno de desafíos, a priori atractivo para todo adolescente que busque emocione fuertes, es en realidad una trampa macabra que se calcula que ya ha acabado con la vida de 130 adolescentes en todo el mundo.
Lo llaman la Ballena Azul y se presenta en las redes sociales como un juego online que induce al jugador a superar 50 retos. Al principio, las pruebas son más o menos inofensivas, como levantarse a las 4.20 horas de la madrugada o ver películas de terror durante 24 horas.
Pero pronto el juego toma tintes más peligrosos como la incitación a hacerse cortes en los brazos. Una de las pruebas anima a los adolescentes a que se corten en el antebrazo el perfil de una ballena azul.
El juego nació en Rusia, donde varios chicos y chicas ya han cometido suicidio tras dejar dicho en las redes sociales que se iban de este mundo después de alcanzar la prueba 50 de la Ballena Azul.
