Hoy es el día del juicio final para Francia. Y tan importante es que quizá no solo sea para Francia sino para la Europa que conocemos hoy.
Y es un juicio como nunca antes, ya que el pueblo francés prácticamente está dividido por un gran abismo. Los que defienden el reforzamiento de la Unión Europea (UE) y los que piden la muerte del bloque, el fin del euro y el fin de la inclusión que se promovió bajo la idea de democracia, falsa o real, pero ese fue el anuncio cuando se creó.
Así, cual sea el triunfador Marine Le Pen o Emmanuel Macron, el problema es la Francia que recibe, la Francia profunda de la inconformidad y la de la fe en el corporativismo, la que apoya a Macron.
Lo mismo que pasó en EE.UU. con Donald Trump. Una especie de cuestionamiento a la idea de democracia del mundo liberal para regresar a las bases, aunque quizá todo sea un truco de los mismos que jalan los hilos del poder, que ni establishment ni izquierda radical o derecha radical sean diferentes pues su fin que persiguen los acercan a lo mismo que quieren los mismos que han conservado lo mismo durante muchos años.
Así, Macron es acusado de pertenecer a las familias de banqueros como los Rothschild, de defender la Europa de Alemania, de trabajar para los intereses de la canciller alemana, Angela Merkel, y de maquillar todo con aires de un euro más fuerte, unas instituciones en Bruselas más fuertes y un final feliz de Hollywood.
Del otro lado del circo político, claro, está Marine Le Pen, que viene succionando educación de la alta clase, de la racista, de la xenófoba, hija de un Jean-Marie que simpatizaba con las ideas del dictador germano Adolf Hitler, de Vichy, de un padre que tenía que protegerla de fiestas y antros, y que la suavización de su imagen se la devolvió, cuando ella expulsó a su propio padre de su propio partido (de ambos), el de ultraderecha, el Frente Nacional (FN).
¿Cómo llegó aquí Francia cuando la ultraderecha nunca fue amenaza tan real para los otros partidos? El país "profundo" está de moda entre periodistas y analistas que quieren explicar qué paso con Trump y su triunfo.
Los autóctonos resentidos, que se sienten los originales de un país, están abandonados del progreso y tanto resentimiento que cuando les remueven sus raíces con promesas de mejor economía, mejor sueldo, mejor aprovechamiento del país, casi, ya no trabajarás tanto y disfrutarás de la riqueza que te da tu suelo, ¿qué pasa entonces? pues que votan por ella. Por el nacionalismo.
Le Pen es acusada de estar auspiciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, pues Le Pen defiende a Rusia y al presidente Bashar al-Asad en Siria, como solución al terrorismo.
Macron es completamente al revés. En este escenario circense, horas antes de que acabara la campaña francesa y antes de la votación de segunda vuelta de este domingo, Macron denuncia ser gran víctima de un gran hackeo.
Publicaron en Internet con el fin de desprestigiarlo, 70 mil archivos privados, algunos originales, dice, para crear confusión. Su movimiento "En marcha" ha acusado de 5 ciberataques a los hackers de Rusia, los mismos que supuestamente hackearon los emails de Hillary Clinton, en las presidenciales pasadas hacia la Casa Blanca.
En medio de este rifirrafe se realizan unos comicios que si gana Le Pen podrían acabar con la moneda euro y la UE dejaría entonces de ser la potencia económica multiplural más importante del planeta. Adiós Europa, bienvenido el francés es nuestro capítulo de hoy.
En Detrás de la Razón, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quien y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los Gobiernos ni los medios de comunicación.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.