Primero de mayo de alto voltaje en Venezuela.
En Caracas, durante un acto multitudinario organizado por el chavismo, Nicolás Maduro anunció la piedra de toque de su contraofensiva para detener las protestas opositoras que llenan las calles del país desde hace un mes: la convocatoria de Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva constitución.
Junto a los Ministros y el Pueblo Revolucionario, convocamos al Poder Constituyente Originario #VamosAConstituyente https://t.co/uPmaZSTYag— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 1 de mayo de 2017
Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela:
“ En ejercicio de su derecho, el pueblo podrá convocar una asamblea nacional constituyente con el objetivo de transformar el Estado. Necesitamos transformar el Estado, sobre todo la Asamblea Nacional podrida que tenemos. Debemos crear un nuevo orden jurídico y redactar una nueva constitución”
La oposición denuncia que Nicolás Maduro ha consumado su “continuo golpe de estado” y llama a rebelarse con más protestas. El Presidente de la Asamblea Nacional califica el anuncio de Maduro de “estafa que destruye la constitución y la democracia”
Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional:
“ Lo que ha ocurrido, sin exageraciones ni dramatismos, es el peor golpe de estado en la historia venezolana, Nicolás Maduro disolviendo la democracia y la república. Frente a eso, los representantes de esta Asamblea Nacional y el pueblo venezolano deben rebelarse”
Llamo a los representantes del poder público. Es hora de la conciencia, no se hundan con Maduro, rebélense https://t.co/FDMWztH55X— Julio Borges (@JulioBorges) 1 de mayo de 2017
Henrique Capriles se dirigió a los venezolanos en los mismos términos.
Frente al fraude constitucional de constituyente que acaba de anunciar el dictador,Pueblo a la calle y a desobedecer semejante locura!— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 1 de mayo de 2017
Las marchas, como es habitual ya desde hace un mes, terminaron en violentos enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden. 30 heridos dejaron el lunes las concentraciones que pretendía llegar hasta las sedes del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral.