El pastel de aniversario tiene 100 velitas. Hoy sábado se cumplen los 100 días de Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos.
Los 100 días son una especie de línea psicológica para todos los presidentes con el propósito de medir y pronosticar cómo estará todo el mandato.
Es decir, las bolsas, el mercado, el pueblo, los analistas, no pueden hacer un pronóstico o análisis realista si no dejan pasar por lo menos 100 días para evaluar si el que se sienta en la silla presidencial, traerá desesperanza o bienestar para su país.
Han llegado los 100 días de Trump y lo que me parece más urgente revisar, no es si ha cumplido con sus promesas o no, si no el reporte de la ONG mundial, Amnistía Internacional (AI), que denuncia que en estos 100 días Donald Trump ha cumplido también 100, pero no días, sino 100 formas de amenazar los derechos humanos.
Es la primera vez en la historia moderna de la humanidad, que a un presidente le recuentan no sus 3 meses de Gobierno, sino sus 100 formas de amenazar la vida humana. Esto es tragicómico, entre risa y desgracia.
100 derechos en peligro, amenazados o no arrasados porque la sociedad se impuso con marchas o jueces sensatos lo detuvieron, porque si no las cosas estarían peor.
AI denuncia muchas cosas como las que ya sabemos, el muro, el rechazo a los migrantes, los musulmanes, hasta cosas más puntuales, como que ha tenido el mes con más muertes de civiles por los ataques que hace Estados Unidos en Irak.
Cientos de inocentes se murieron en los bombardeos estadounidenses que lideran la famosa coalición antiterrorismo en la ciudad de Mosul. No solo en Irak sino también en Siria se elevó como nunca antes las cifra de civiles muertos.
De eso hay 100 cosas que imputarle, como que es el presidente que apoya la tortura, y como que en su propio país promoverá la extinción paulatina de millones de indígenas al aprobar la construcción del controvertido oleoducto Dakota Access, que taladrará la historia, la geografía, las localidades de parte de los ancestros que vivían en territorio estadounidense antes de la llegada de los blancos.
Trump en estos 100, aunque para millones que lo apoyan, no, para otros millones, está siendo una vergüenza para su país y para la humanidad.
Noam Chomsky, uno de los filósofos contemporáneos más importantes del planeta, que además es estadounidense, alerta al mundo de que Trump podría llevar al mundo a una guerra nuclear: “Por primera vez en la historia de la humanidad vivimos una situación peligrosísima que amenaza la supervivencia misma de la especie humana”.
“Hablo de la monstruosa capacidad actual de matar por parte de los Estados Unidos". Y alerta que no sólo es el magante solo, sino de la organización de poder más peligrosa del mundo, al que sostiene ideológicamente a Trump.
El partido republicano, que continúa algo que comenzó también Barack Obama, el fortalecimiento del poder ofensivo estadounidense. Chomsky cita también el famoso Boletín de los Científicos Atómicos que ha creado a lo largo del tiempo un reporte para denunciar qué tan cerca estamos de la extinción de la especie humana: el famoso reloj del apocalipsis.
Esta organización científica advierte que el reloj nunca ha estado tan cerca del juicio final desde 1953 cuando Estados Unidos y la Unión Soviética lanzaron la bomba de hidrógeno amenazando la paz y la vida del planeta. Hoy estamos en niveles similares. 100 días de Trump, ¿qué nos espera en los 1000 días de Trump?
En Detrás de la Razón, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar.
Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los Gobiernos ni los medios de comunicación. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid