Los líderes de la Unión Europea han proclamado este sábado en Roma que la Unión es "indivisa e indivisible" y está abierta a los países europeos que respeten los valores que comparten, si bien han confirmado que están determinados a avanzar en el proyecto europeo "a distintos ritmos y distinta intensidad", para evitar que los países menos decididos lastren los progresos del resto.