Comenzó con un enorme incendio en el piso 9, supuestamente causado por un mal funcionamiento de la electricidad o un error humano.
Los bomberos aparecieron en escena en cuestión de minutos para combatir el incendio. Pero a pesar de sus esfuerzos, el icónico edificio Plasco de Teherán, ubicado en una de las calles más transitadas de la ciudad, se derrumbó el 19 de enero, causando una ola de asombro entre la nación iraní y sumiéndola en un doloroso luto durante semanas.
16 bomberos y 4 civiles perdieron la vida y 100 personas resultaron heridas en este incidente verdaderamente trágico.