Si bien el barrio belga de Molenbeek se hizo famoso hace un año en sus calles cuando fue perpetrado uno de los atentados en Bruselas, la marginalidad se mantiene. El menos 52 por ciento de los jóvenes que allí viven se encuentran desempleados, y muchos de ellos se dedican a la venta de drogas. La falta de oportunidades torna a ese sector susceptible ante el reclutamiento que hace Daesh en Europa. teleSUR