Los responsables de un zoológico checo han decidido mutilar a sus rinocerontes para evitar que sean presa de los cazadores furtivos. En total, han descornado a los 21 ejemplares que se encuentran en Dvur Kralove, a 100 kilómetros de Praga. Esta drástica medida se ha tomado después de que un rinoceronte blanco fuera abatido por un grupo de furtivos en un zoo francés a comienzos de mes. Los cuernos de rinoceronte son un preciado trofeo para cazadores y coleccionistas. Su precio en el mercado negro puede ascender a más de 50.000 euros.