Morón de la Frontera (Sevilla), 11 mar (EFE).- (Imagen: Martín Zamora).- La expectación mediática y el morbo por el reencuentro de los dos hijos toreros de Manuel Benítez 'El Cordobés' rebasaron la discreta dimensión taurina de un acontecimiento que logró llenar la plaza, pero en el que se echó de menos al veterano diestro de Palma del Río.
Se lidiaron seis toros de Las Monjas, dos de ellos reglamentariamente despuntados para rejones. El primero resultó aquerenciado y flojo. Noble y con clase el segundo; templado el tercero; potable el cuarto; más descompuesto y rebrincado el quinto y noble y flojo el sexto.
El rejoneador Diego Ventura, oreja y dos orejas
Manuel Díaz 'El Cordobés', de azul de Prusia y oro, dos orejas y dos orejas.
Julio Benítez 'El Cordobés', de marino y oro, dos orejas y oreja
La plaza se llenó hasta la bandera en tarde primaveral, soleada y muy calurosa. Se puso el cartel de 'no hay billetes'.
La expectación mediática había desbordado todas las previsiones de la empresa organizadora. El reencuentro de los hijos toreros de El Cordobés alimentaba un morbo evidente que se ha reavivado con el reconocimiento de la paternidad de Manuel Díaz por parte del mítico diestro de Palma del Río.
A la hora del paseíllo no cabía un alfiler. El coso de Morón, inaugurado por el propio Manuel Benítez en 2001, se llenó hasta la bandera para presenciar el acontecimiento.
IMÁGENES DE LA CORRIDAY LA SALIDA A HOMBROS DE LOS TOREROS
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