Netflix lo tiene claro: se debe por completo a su público. La compañía sigue esta doctrina hasta el punto de que, tras haber solucionado los problemas que surgían al ver vídeos en el móvil con el modo offline, han seguido investigando el tema. Necesitan hacer que los vídeos ocupen menos en la mayor calidad posible, para que sus usuarios fueran capaces de verlos en streaming.