Madrid, 17 feb (EFE).- La versátil sastrería con tejidos masculinos de Devota&Lomba, que viste tanto al hombre como a la mujer con escrupulosa simetría, ha sido la propuesta más atractiva de la primera jornada de la pasarela madrileña en la que se ha apostado por el unisex y se ha recordado con emoción a Bimba Bosé.
Tras el homenaje que la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) rindió a la modelo, fallecida el pasado mes de enero, los diseñadores presentaron sus propuestas para el próximo otoño-invierno 2017-2018, "que cada día son más atemporales dado el cambio climático", comentaba Modesto Lomba, quien tras cuatro temporadas retoma la sastrería masculina.
Dejando a un lado la papiroflexia habitual en sus últimos trabajos, Devota&Lomba construye una colección femenina de proporciones estudiadas y cuidadas con tejidos masculinos como la pata de gallo o el príncipe de gales, mientras que para el hombre propone una sastrería versátil que le invita a lucir pierna con bermudas, abrigos tipo batín o chalecos extra largos.
"Me apetecía oxigenarme, estaba un poco aburrido del origami, aunque la estética japonesa está presente", explicaba hoy a EFE Modesto Lomba, quien hace un guiño a los kimonos orientales ajustando el traje de hombre con cinturón de doble vuelta.
Una escrupulosa simetría vertebra todas sus prendas que se presentan coloreadas en tonos marrones, verdes contenidos y azules, una paleta cromática que equilibra lo masculino y femenino.
De repente, en medio de esa pulcritud, surgen jerséis de punto artesano combinado con pantalones muy anchos que juegan a ser faldas largas, una estética relajada y cálida que recuerda que vestir bien no es sinónimo de sumar.
Sobre la pasarela atrae la atención una capa conjuntada con pantalones pitillo y zapatos planos bicolor, tipo oxford, un guiño a la capa española pero con un halo japonés.
Y la raya diplomática también se vio en la firma Ángel Schlesser, amante de las líneas depuradas, que abrió el desfile con un traje de chaqueta gris con la intención de reafirmar que sus diseños están dirigidos a mujeres urbanas de mediana edad.
Desde la tercera fila, el diseñador cántabro Ángel Schlesser, que ha vendido el 75 por cierto de su firma al empresario Oscar Areces, vio el desfile que lleva su nombre, pero no su sello.
Trajes monocolor de chaqueta, abrigos con cuellos de piel, blusas y faldas configuran el uniforme de día, mientras que los monos, los vestidos pijama y los modelos largos aderezados con plumas y pedrería forman parte del armario nocturno de Ángel Schlesser, que apuesta por patrones minimalistas.
Los paisajes asturianos han servido de inspiración a Francis Montesinos, quien propone abrigos sueltos, gabardinas, cazadoras, faldas y pantalones en versión "casual", una estética ideada para el campo que invita a lucir prendas superpuestas.
Para la propuesta urbana propone gasas estampadas, lanas naturales y motivos alusivos a las vacas. "He disfrutado co