Optimista pero con reservas. Alexis Tsipras se ha mostrado confiado en que la prolongada revisión del rescate del país se completará positivamente. Sin embargo, ha rebajado las expectativas de que la segunda evaluación del rescate pueda concluir en breve. El primer ministro heleno ha dicho que tanto el FMI como el ministro alemán de Finanzas deben dejar de jugar con fuego para que sigan las negociaciones entre Grecia y los acreedores.
“Aunque todo el mundo en Europa se ha dado cuenta de que una reducción sustancial de la deuda va a tener lugar tarde o temprano, los acreedores rechazan tomar cualquier decisión antes de las cruciales elecciones en Holanda, en Francia y, sobre todo, en Alemania, donde temen que haya una subida de la extrema derecha”, ha expresado.
Atenas debe abonar en julio casi 7.000 millones de euros a sus acreedores, un pago al que no podrá hacer frente sin nuevos fondos de rescate.
El FMI exige a Grecia más reformas y a la eurozona, una quita sustancial de la deuda helena como condición para concederle nuevos préstamos. Pero los países de la zona euro, liderados por Alemania, se niegan a hacer descuentos.