Los rebeldes sirios, apoyados por tropas turcas, han entrado en Al Bab, último bastión del grupo Estado Islámico en la provincia de Alepo.
Han penetrado en la parte oeste de la ciudad, donde ya controlan el 10%. En estos momentos, siguen inmersos en intensos combates con los yihadistas.
Los insurgentes sirios, respaldados por aviones y carros de combate turcos, lanzaron en agosto la operación Escudo del Éufrates contra el Dáesh y las milicias kurdas en Alepo. Llegaron a las puertas de Al Bab hace tres meses y esta semana han intensificado su ofensiva contra los yihadistas.
En la periferia de Al Bab se encuentra el Ejército sirio, en la parte sur, apoyado por la milicia chií libanesa Hizbulá y tropas rusas. Este sábado han tomado el control de la localidad de Tadif, al sur de Al Bad, y han matado a “650 terroristas”, según el ministerio de Defensa ruso. El lunes, ya habían logrado cortar la última ruta de abastecimiento que conectaba a los yihadistas con otros bastiones en el este de Irak. Desde entonces, el grupo Estado Islámico está sitiado.