La tensión política y social en Rumanía ha subido varios grados en las últimas horas. En las calles se pide la dimisión del Gobierno socialdemócrata, y dentro del Parlamento la oposición de centro derecha se hace eco del clamor popular al mismo tiempo que anuncian la presentación de una moción de censura.
El ministro de Justicia ha delegado sus funciones que retomará en febrero y esta misma mañana el ministro de Comercio y Empresas, Florin Jianu, anunciaba la dimisión tras la aprobación anoche del decreto con el se despenalizan algunos casos de corrupción. El Gobierno del primer ministro socialdemócrata, Sorin Grindeanu, quien asumió el cargo a principios de mes, ha alzado el umbral de pérdidas económicas causadas para que se procese por la vía penal la corrupción, beneficiando entre otras figuras políticas al propio líder del partido socialdemócrata.
Incluso la Comisión Europea se dice “muy preocupada” por la medida.
Ante los micrófonos de Euronews uno de los exponentes del partido socialdemócrata en el Parlamento, Eugen Nicolicea respondía a las críticas de la Comisión, que según él “no se basan ni en la legislación nacional ni en la internacional. Cuando se nos examinó para entrar en el espacio Schengen, se nos pidió modificar nuestra constitución lo que es muestra sea de mala fe que de falta de profesionalidad”.
La oposición de centroderecha ha anunciado que presentará una moción de censura, el Tribunal Constitucional intervendrá a petición del presidente del país y anoche docientas mil personas se manifestaban en lo que son ya las mayores protestas en Rumanía desde la caída del comunismo en 1989.