Ser presidente de Estados Unidos debe de ser un trabajo estresante, a juzgar por cómo ha envejecido Barack Obama en sólo 8 años. Al mandatario le gusta recuperarse del cansancio en sitios playeros y soleados. De hecho, su Hawai natal lo ha elegido frecuentemente como destino de vacaciones.
Una vez terminados sus 8 años en la Casa Blanca y, sobre todo, una vez acabados los numerosos actos de la toma de posesión de Trump como nuevo inquilino, a los que Barack y Michelle han tenido que asistir, la pareja ha puesto rumbo a un destino paradisíaco. Y no a uno cualquiera sino a los que se pueden disfrutar en las Islas Vírgenes Británicas.
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