El decreto divide, literalmente.
Un sondeo de Reuters/Ipsos muestra que el 49% de la población lo apoya, mientras que un 41% lo rechaza. La administración Trump insiste en que no va dirigido contra los musulmanes, mientras trata de disipar el caos y la confusión que genera el decreto.
John Kelly, Secretatio de Seguridad Nacional de EEUU:
“ Sobre todo, quiero insistir en que esta orden no es una prohibición a los musulmanes. La misión del Departamento de Seguridad Nacional es garantizar la seguridad de los ciudadanos; y defender nuestra patria y valores. La libertad religiosa es uno de nuestros valores fundamentales. Hay que saber que hay terroristas y tipos malos que tratan de colarse en nuestro país cada día”
Al parecer, los ciudadanos de los 7 países concernidos por la prohibición de entrada que tengan doble nacionalidad no estarían afectados.
De la lista negra, uno de los paises que ha reaccionado más enérgicamente es Irak. El Primer ministro, Haidar al Abadi, ha declarado que su país se reserva el derecho a responder a las restricciones de viaje impuestas por Washington. El veto llega en un momento crucial en la lucha contra el grupo Estado Islámico, con el Ejército iraquí en plena ofensiva en Mosul con apoyo estadounidense.
