Dentro de cada corazón de los estadounidenses, se sabe, se siente, en lo profundo, lo saben, lo sienten, algunos lo externan en voz alta de migrantes.
Otros, más cobardes, lo esconden, pero no lo pueden negar, el ADN de migrante, de refugiado, de buscador de una mejor vida, de bracero, de mojado, lo tienen impregnado en su ser y su esencia: los Estados Unidos, son una nación de migrantes, construida por migrantes y sostenida también.
Quizá por ello la imagen sea más triste, voltear a ver los gafetes de los policías y agentes de migración en los aeropuertos (tal como escribe Amanda Mars, del diario El País), los mismos que detienen, expulsan, arrestan, interrogan, a los musulmanes y mexicanos, tienen apellido mexicano, árabe, iraquí, afgano, y una infinidad de rostros y gestos de otras naciones que sirven bajo la bandera estadounidense.
Desde ahí, entonces, el rubio de Donald Trump lanza un decreto para vomitar a todos los extranjeros que considere provienen del nido de los terroristas, dice él, de los países musulmanes, y promueve su regla para aventarlos de regreso a todos los que ciudadanos de esos países, aunque las cortes de EE.UU. trabajan duro para revertir la orden presidencial, el decreto se cuela y provoca un colapso en aeropuertos y en la psique de los estadounidenses.
Estados Unidos se está convirtiendo en el país de Trump S.A. El decreto prohíbe la entrada a musulmanes (Irán, Iraq, Siria, Sudán, Libia, Yemen, Somalia) lo más curioso, o más bien cínico es que en esa lista no están todos los países musulmanes, y aún peor, no se incluye a Arabia Saudí, cuando este país ha sido acusado de estar implicado en el peor ataque terrorista a EEUU como lo fue el de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001, cuando hace unos meses, el Congreso estadounidense autorizó al pueblo a demandar penalmente a las autoridades por presunta participación en el ataque que cambió la historia del mundo.
Lo curioso y cínico es que en esa lista no aparecen Catar, el mismo país donde el Gobierno de EE.UU. había dicho, salen recursos para apoyar a los más temibles terroristas. ¿Por qué no están todos esos países musulmanes si Trump dice que los países musulmanes son nido del terrorismo? Si usted investiga se dará cuenta. Muy fácil, porque en los países que han sido vetados prohibidos, Donald Trump no tienen negocios, y en los otros países musulmanes sí.
Porque los países que no han sido vetados, son países que compran cantidades millonarias de armas a EE.UU. Porque los países que no han sido vetados, tienen bases de EE.UU. Así el racismo de Trump se convierte en un racismo de doble rasero, donde se ejerce el racismo de dinero: apestas y no eres rubio, si no compras armas o haces negocio conmigo, pero si no mueves el dinero conmigo, entonces eres un nido de terroristas.
Es ilegal y mezquino el decreto de Donald Trump asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU), "la discriminación por el único motivo de la nacionalidad está prohibida por la legislación sobre derechos humanos", afirma así, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Raad al-Husein. ¿Cuál es el juego que está jugando Trump, es capricho, es ignorancia o es una estrategia mundial?
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid