El presidente de EEUU asegura que hubo entre tres y cinco millones de votos ilegales en las elecciones de noviembre que permitieron a la excandidata demócrata Hillary Clinton ganar el voto popular a pesar de no lograr imponerse en el colegio electoral, que es el sistema que ha determinado que sea él el nuevo presidente.
Sin pruebas y en desacuerdo con miembros de su propio partido, el Republicano, el presidente de EEUU ha anunciado la puesta en marcha de “una gran investigación”, tal y como anunciaba en las redes sociales.
“Dependiendo de los resultados, ¡fortaleceremos nuestros procedimientos de votación!”, aseguraba el mandatario en las redes sociales.
Antes de su victoria, Trump ya había denunciado en múltiples ocasiones que las elecciones estaban amañadas en favor de Hillary Clinton por el voto masivo de millones de inmigrantes indocumentados, además del sufragio de millones de muertos y de personas que ejercían su derecho en dos estados o más.
“Tengo miedo de esa declaración y es algo de lo que todos debemos preocuparnos. Cuando Trump habla de tres a cinco millones de personas que votan ilegalmente está enviando un mensaje a cada gobernador republicano en este país para seguir adelante con la supresión de electores. Y la crisis democrática que enfrentamos ahora en este país no es un fraude electoral, es la supresión de electores”, decía el senador Bernie Sanders.
Trump ganó las elecciones pero la demócrata logró cerca de tres millones de votos populares más que su rival, algo que los detractores del magnate inmobiliario recuerdan constantemente.