Todo comenzaba cuando una diputada independiente se esposaba al micrófono de la tribuna para protestar contra una reforma que prevé entregar el poder ejecutivo al presidente y anular el cargo de primer ministro.
Poco después se desataba una pelea multitudinaria que enfrentaba a parlamentarias islamistas gubernamentales y de la oposición izquierdista y a la que se fueron sumando el resto de diputados.
Durante cinco horas el debate parlamentario se detuvo y la Cámara se convirtió en un campo de batalla.
Aprobadas en primera lectura, esta semana el Parlamento vota por segunda vez el paquete de 18 enmiendas constitucionales propuestas por el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo para convertir Turquía en un sistema presidencialista.