El supuesto autor de la masacre de Nochevieja en una discoteca de Estambul ha admitido el crimen. Se trata de Abdulkadir Masharipov, un uzbeko de 33 años, detenido anoche en un piso de dicha ciudad turca, junto con otros cuatro sospechosos.
Acribilló a tiros a 39 personas que celebraban el Año Nuevo y dejó 65 heridos. Actuó en nombrer del grupo Estado Islámico. Sus huellas dactilares coinciden con las encontradas por la Policía turca en la escena del crimen.
En el apartamento donde residía, en Estambul, han sido hallados 197.000 dólares en efectivo (el equivalente a 184.000 euros), dos armas, varias tarjetas de teléfonos móviles y dos drones.
“Lo importante es que la persona que perpetró este vil ataque ha sido detenida”, ha declarado el primer ministro turco, Binali Yildirim.
El atentado en la discoteca Reina de Estambul se produjo pocos minutos después de comenzar el Año Nuevo. El atacante huyó. Desde entonces la Policía turca había llevado a cabo 152 registros y medio centenar de arrestos.
El Dáesh reivindicó la matanza, reprochando a Turquía su participación en la coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra dicho grupo yihadista en Siria e Irak.