La ruleta rusa, hagan sus apuestas. Todo está listo para que el mundo apueste entre su destino y su querer.
Eso en una especie de casino llamado Casa Blanca y en una especie de "random" suerte, llamada Donald Trump.
En 5 días, Donald Trump asume la Presidencia de Estados Unidos, hasta hoy el país más poderoso del planeta, y de lo que se decida en la casa oval -si bien no son dioses-, en buena parte el mundo se verá afectado, para mal -casi siempre-, porque los que viven en el orbe no son la élite.
Por eso es muy importante entender qué hay y qué viene. Y, ¿sabe qué? el mundo no lo sabe. Si antes no lo sabía, hoy menos.
Es la primera vez en el planeta que no se sabe qué política, qué postura, qué dinámica tendrá el próximo Gobierno estadounidense. El ejemplo más real es la acusación de espionaje que hace EE.UU. a Rusia, la acusa de afectar las elecciones presidenciales donde ganó Trump.
Con ese punto de partida podemos entender todo. Vea usted. El presidente de EE.UU., Barack Obama, acusa a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de interferir y atacar cibernéticamente los servidores del Partido Democrático estadounidense. Rusia rechaza la acusación, dice que no hackeron nada.
Y aquí viene lo bueno -que ya se lo dijimos hace una semana en Detrás de la Razón-, Trump aparece para defender a Rusia, defender la amistad con los rusos y elogiar a Putin como un gran presidente inteligente. Y aquí viene lo mejor -que no lo dijimos en el anterior programa.
El equipo de Trump, los pesos pesados del Gobierno que el mismo Trump eligió para gobernar, y que son los que llevarán el destino del barco político estadounidense, ¿qué cree? contradicen a Trump: "Rusia es una amenaza", asegura el elegido para encabezar la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), Mike Pompeo, a quien Trump mismo escogió. Y como él, los demás.
"Creo que (EE.UU.) está bajo los mayores ataques desde la Segunda Guerra Mundial. Ataques por parte de Rusia, grupos terroristas y por lo que China está haciendo en el mar de China.", dice el perro loco, así lo llaman, por su gran experiencia militar, su nombre es James Mattis, y fue escogido por el propio Donald Trump para ser nada más ni nada menos que el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, y que también exhibe una postura súper contraria a Trump.
Y así, muchos que gobernarán EE.UU. tienen posturas contrarias al presidente que los escogió. Entonces, ¿qué podemos pensar en primera instancia de todo este galimatías?: no postura definida, contradicciones totales para gobernar un país, y un derrotero vacilante.
Quizá lo que exhiban sus propios secretarios sea lo siguiente: O que Donald Trump no tiene ni la más remota idea de lo que es la política global, o que está jugando con sus secretarios de Estado o que está jugando con Rusia, o que está jugando con el mundo y nos va a sorprender a todos a partir del 20 de enero.
A partir del 20 de enero, EE.UU. tiene un nuevo rostro, como si fuera una profecía, adiós al presidente negro y hola al presidente blanco.
¿La acusación de espionaje qué tanto esconde? ¿Hasta dónde llevará esta acusación dentro de EE.UU., a que haya una confrontación total en un Gobierno que no se pueda poner de acuerdo? ¿Qué repercusiones tendrá en el mundo un Gobierno de EE.UU. que no tenga claro qué política seguir? ¿Qué nos depara el 2017?
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.
El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.
