Al igual que en anteriores ocasiones, el ultraderechista Anders Breivik ha hecho el saludo nazi al presentarse ante el tribunal.
El autor convicto de la matanza de 2011 se ha presentado ante el juez en el inicio del juicio de apelación contra el Estado, que fue condenado por darle un trato inhumano en prisión.
En mayo del año pasado un juzgado de primera instancia condenó al Gobierno noruego por violar la Convención Europea de Derechos Humanos durante los cinco años en que Breivik ha estado en régimen de aislamiento. El fallo criticó que no se había tenido en cuenta la salud mental del extremista.
Breivik, que fue condenado a 21 años de prisión prorrogables por haber matado a 77 personas en Oslo y la isla de Utoya, tiene en prisión tres celdas para él y puede ver la televisión, jugar a la consola o utilizar pesas y otros aparatos de musculación.
