Llega al Tribunal correccional de Niza entre vítores y aplausos. Cédric Herrou, agricultor francés de 37 años, podría ir a la cárcel por ayudar a inmigrantes en situación irregular.
Cédric, vive en el Valle de la Roya, en la frontera Franco-Italiana y ha ayudado a cientos de inmigrantes procedentes de Eritrea, Sudán, Etiopía o del Chad.
“La ley está contra mí y contra la solidaridad hacia personas en situación de miseria. Entonces ¡hay que cambiar las leyes ! La ley está hecha para que la sociedad funcione bien y para que las personas puedan vivir en armonía.”
El fiscal pide ocho meses de prisión, con pena suspendida. La sentencia se hará pública el 10 de febrero.
Muchos vecinos del Valle de Roya en los Alpes Marítimos ofrecieron ayuda a los inmigrantes africanos, en particular niños que entraron en Europa de forma clandestina.
“Me preocupa el hecho de que si uno se muestra solidario con un europeo, no hay problema. Pero si eres solidario con un inmigrante, que a menudo es un refugiado, o que podría tener derecho al estatuto de refugiado, entonces sí es un problema, decía Lucía Palermo, vecina de la localidad de Vintimilla.
Cédric Herrou ayudó a indocumentados que llegaban hasta su región después de haber atravesado a pie la frontera desde Italia. Muchos habitantes de esa zona que prestan asistencia a extranjeros desamparados y hambrientos, lo hacen en nombre del humanismo y la solidaridad.