Vladimir Putin no tomará represalias contra Washington. El presidente ruso ha asegurado que no expulsará a ningún diplomático estadounidense, pese a las medidas sancionadoras impuestas por Washington.
“No le vamos a crear problemas a los diplomáticos estadounidenses. No expulsaremos a nadie. No prohibiremos ni a sus familias ni a sus hijos disfrutar de sus lugares habituales de descanso en las fiestas navideñas”, afirmó.
De esta manera, el presidente ruso desdice a su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien este mismo lunes reclamaba la expulsión de 35 diplomáticos estadounidenses, en respuesta a la expulsión de otros tantos por parte de Washington.
Putin parece estar intentando calmar el juego para evitar un conflicto diplomático con la administración Obama, pese a que ésta se muestra decidida a castigar a Rusia por su presunta injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses a favor de Donald Trump. Además de la expulsión de diplomáticos, Washington también ha ordenado el cierre de dos complejos en Maryland y Nueva York que Rusia utilizaba, según las autoridades estadounidenses, con propósitos de inteligencia.
Mientras todo esto ocurre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha salido a la palestra para pedir “que el país pase a otras cosas, mejores y más importantes”, según dice en un comunicado, en el que también anuncia que se reunirá la próxima semana con los responsables de inteligencia para que le pongan al tanto de la situación.