Lo que estamos viendo a finales de año es algo sin precedentes.
Un Estados Unidos que aunque se abstiene, vota prácticamente contra Israel, pues su veto es la defensa de Israel, pero en esta ocasión no lo usó y dejó que los demás países se pusieran en contra de la ilegalidad que cometen los israelíes con sus asentamientos sobre territorio palestino. Vemos un EE.UU. totalmente dividido, dividido en su política, y la causa es Israel.
Vemos un Donald Trump que ha hecho lo que ningún presidente electo ha hecho, siendo un ciudadano civil que no ha tomado posesión del poder que le otorga ser presidente de los Estados Unidos, jalando hilos de la política exterior y pisando el poder de Barack Obama como el real presidente del país, tanto que intervino en la política para intentar que se votara a favor de Israel.
Vemos también con sorpresa la espontánea defensa a los israelíes cuando en campaña, Trump usó incluso ideología antisraelí, antisemita para exhibir y desprestigiar a su rival Hilary Clinton, de hecho, Trump pidió que se acercaran consejeros como Steve Bannon, extremista, derechista, radical contra los judíos. ¿Entonces fue mentira o es Israel quien está haciendo que se hinque Trump?
Vemos a un Israel furioso que amenaza con ignorar la resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que le exige detenga la construcción de sus asentamientos que aplastan el derecho palestino, y que como represalia llama a los embajadores de los países que votaron en su contra para protestar y prohíbe a los ministro israelíes viajar a esos países (España, Francia, El Reino Unido, Rusia, China, Japón, Nueva Zelanda, Egipto, Uruguay, Angola, Ucrania, Senegal).
Para Israel el pueblo elegido ha sido tocado, o sea ellos mismos, y nadie debe desafiar al pueblo de Dios, ni Estados Unidos, por eso el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, fue hasta el fundamentalismo religioso para lanzar una frase de venganza apocalíptica tomada de pasajes bíblicos y de Judas Macabeo: ‘Aquellos que estén contra nosotros serán derrotados, porque pagarán un precio diplomático y económico por sus acciones contra Israel’, frase que le daría miedo a Trump o que quizá traiga una agenda de mil cabezas que nadie sepa qué va hacer.
Acto seguido, Trump lanzó una amenaza y una ofensa al mundo, como si fuera el dueño de la ONU, dijo en Twitter, que después de que tome el poder en la Casa Blanca, las Naciones Unidas no volverán a ser igual. La política de los actuales Estados Unidos, la de Obama, está tan lejos de lo que parece será con Trump que el régimen israelí piensa que el presidente Barack Obama actuó de forma coordinada y secreta con los palestinos para ponerse en contra de Israel.
El ministro de energía del régimen de Israel, Yuval Steinitz, declaró a la televisión israelí que ‘no se trataba de una resolución contra los asentamientos, sino de una resolución contra Israel, contra el pueblo judío... Estados Unidos ha abandonado a su único amigo en Oriente Próximo’ dijo, en protesta y como sentencia de lo que podrá pasar el próximo 2017: la revancha, con su amigo Trump.
‘Gracias a Dios, en 25 días veremos un cambio en la Administración estadounidense y también un cambio en la política de EE.UU. El presidente electo Trump, ya dejó claro que su política va a ser totalmente diferente. Así que, tenemos la esperanza de que esta resolución sea borrada y no sea parte de nuestra realidad actual’, jura y perjura, Tzachi Hanegbi, ministro de cooperación regional de Israel.
Pero mientras vemos si en verdad pasa eso, Palestina y la ONU están felices, después de la votación en Nueva York se escucharon los aplausos. Israel vuelve a contestar que ignorará por completo la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Y mi pregunta es... ¿si eso hará Israel, qué pasará? Saddam Husein, exdictador iraquí, también ignoró la resolución 660 de la ONU, y entonces invadieron y atacaron a Irak militarmente, ¿esa sería la suerte para Israel? ¿Cómo explicar este complejísimo fenómeno de los que gobiernan el mundo? ¿Por qué Israel utiliza su religión como defensa diplomática y como argumento de que el mundo debe aceptar lo que dice su Dios?
Esto no desatará una nueva ola de terrorismo en el mundo al ver un Israel enojado? Curiosamente la frase que usó Netanyahu fue la de Judas, el judío que quiso extinguir a Siria, la del imperio Seléucida.
En ‘Detrás de la Razón’, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.
El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.
