En Estados Unidos todas las miradas están puestas en el Colegio Electoral, que debe validar, este lunes, la elección del republicano Donald Trump como presidente del país.
Pese a los llamamientos a la rebelión de ciudadanos anónimos y artistas famosos, pidiendo a los compromisarios que voten en contra del magnate neoyorquino, es poco probable que haya sorpresas.
Esta ha sido una de las pocas veces en las que el ganador del voto popular no logra los compromisarios suficientes. La demócrata Hillary Clinton obtuvo, el 8 de noviembre, más de dos millones y medio de votos más de los ciudadanos que su rival republicano, sin embargo fue Trump quien logró la victoria, tras imponerse en estados clave y consiguiendo 306 grandes electores, frente a los 232 de Clinton.
El Colegio Electoral estadounidense nunca se ha opuesto, sin embargo, al resultado de las elecciones.
Los anti-Trump intentan persuadir a al menos 37 compromisarios republicanos para que no voten por él y se decanten por un candidato más moderado. Hasta ahora sólo un compromisario republicano ha anunciado públicamente que no votará por Trump.
“The best thing the president-elect’s advisers can do for our national security is to screen Trump’s tweets” https://t.co/rCcNoePGIK— The New York Times (@nytimes) 19 de diciembre de 2016