Desde el este de Alepo, varios ciudadanos autoproclamados periodistas informan a través de las redes sociales con imágenes que dan testimonio de los bombardeos entre el régimen y los rebeldes. Unos enfrentamientos que han roto la última tregua con la que se pretendía la evacuación de combatientes y civiles, después de que el regimen sirio retomara en una última ofensiva el control de parte de la ciudad.
En Twitter, Bilal Abdul Kareem, documentalista estadounidense se presenta a sí mismo como periodista. En un video publicado en su cuenta resume la situación que se vive hoy en el este de Alepo.
After an agreement was reached last night, regime forces are intensely shelling the Aleppo. People must stay engaged! Retweet! pic.twitter.com/NURBUXVGkN— Bilal Abdul Kareem (@BilalKareem) 14 décembre 2016
“Quizás piensen que este es un vídeo antiguo, pero no, es uno nuevo y grabado justo aquí, ahora mismo, el día en el que se suponía que se acordaría el cese de las hostilidades. Ahora, al parecer, esto no ha sucedido porque las fuerzas del régimen han lanzado su artillería a través de toda la ciudad”.
La mayoría de los reporteros internacionales han abandonado Alepo por razones de seguridad. Solo queda la información que llega de las agencias progubernamentales, de las ONG o de grupos civiles activistas opositores al régimen de Bashar al Asad.
Mojahed Abu Joud, ciudadano periodista que trabaja para el Alepo Media Center, culpa desde las calles destruidas de Alepo al régimen sirio.
عشرات القذائف تطلقها الميليشيات الإيرانية على أحياء #حلب المحاصرة الآن، في أول خرق واضح لهدنة وقف إطلاق النار. pic.twitter.com/yDhpTTBGqd— مجاهد أبو الجود (@Mojahedaboaljod) 14 décembre 2016
“La tregua que empezó ayer no ha sido respetada. Somos testigos del lanzamiento de una docena de bombas. Y hay gente herida por estos bombardeos del régimen y sus aliados como las fuerzas iraníes”.
Mientras los testimonios de civiles proliferan por toda la red, otro vídeo difundido por la agencia siria Step News Agency muestra a varios rebeldes cantando dentro de la ciudad que juran permanecer, dicen, “hasta que el dolor desaparezca”.