La Justicia italiana ha impuesto duras penas de cárcel a los responsables de un naufragio en el que murieron más de 700 inmigrantes en aguas del Mediterráneo. Un tribunal de Sicilia ha sentenciado a 18 años de prisión al ciudadano tunecino Mohamed Alí Malekal, capitán del barco siniestrado, y a otros 5 años a su ayudante, el ciudadano sirio Mahmud Bikhit. Ambos fueron reconocidos por los supervivientes como los “traficantes” que les iban a llevar a Europa.
Para el abogado de la acusación civil, esta sentencia marca un antes y un después en la lucha contra el tráfico de seres humanos:
– “Por supuesto, esta sentencia supone un precedente importante, un símbolo para todos aquellos que sufren estos abusos y malos tratos”, decía el letrado Giorgio Forestieri.
A pesar de los testimonios en su contra, los dos condenados mantienen que viajaban en la embarcación como inmigrantes. Sus abogados recurrirán la sentencia:
– “Creemos que tenemos algunos argumentos fuertes. Vamos a trabajar en los puntos más débiles de nuestra defensa, y tratar de ser más convincentes ante la Corte de Apelaciones”, confirmaba el letrado Massimo Ferrante.
El siniestro ocurrió en abril del año pasado. La embarcación, un gran pesquero que estaba sobrecargado, se hundió frente a las costas de Libia tras chocar con un carguero portugués que había acudido en su auxilia. Se cree que en el interior del barco viajaban unas 800 personas, la mayoría en las bodegas. Solo hubo 28 supervivientes.