Una paradoja política pues hace tan solo un año se vieron obligados a abandonar el poder tras una ola de protestas.
Los socialdemócratas buscan ahora una coalición para tener mayoría absoluta. Bruselas mira de cerca este nuevo gobierno más propenso al gasto público e indulgente con la corrupción.
El nombramiento del primer ministro genera incertidumbre ya que el actual líder socialdemócrata, Liviu Dragnea, está inhabilitado para el cargo por su pasado criminal ya que fue condenado por fraude electoral.
La baja participación de un 39% ha dejado patente el hartazgo de la población que se echó a las calles, el año pasado, a raíz del mortal incendio que sacó a relucir una vez más la corrupción rampante en el país. Aquellas protestas llevaron al poder al Ejecutivo del independiente Ciolos.
