Juan Manuel Santos, gran protagonista en Oslo. El presidente colombiano recibía de esta forma el Premio Nobel de la Paz en la capital noruega por sus esfuerzos por acabar con el conflicto armado en su país.
El Nobel llega después del rechazo en referéndum a un primer acuerdo con las guerrillas de las FARC, un revés que Santos utilizó para abrir un nuevo diálogo que culminó en un segundo pacto aprobado el mes pasado.
“El acuerdo de paz en Colombia es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia. Es una demostración de que lo que en un principio parece imposible, si se persevera, se puede volver posible, incluso en Siria o en Yemen o en Sudán del Sur”.
Poco después Santos ha querido homenajear a las víctimas del conflicto armado, siete de ellas presentes en el acto, como la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC más de seis años.
El mandatario es el segundo colombiano galardonado con un Nobel después de que Gabriel García Márquez consiguiera el de Literatura en 1982.